Mi Madrastra se puso Caliente Relato Porno
Relato Porno
Secreto
Placer en lo prohibido
Prepárate para una noche de pasión desenfrenada.
Mi madrasta, la mujer que siempre había considerado como una figura maternal, se convirtió en mi amante en una noche de fuego y deseo.
Esta es la historia de cómo mi madrasta se rindió a mi pasión, y cómo nos dejamos llevar por el deseo en una noche que nunca olvidaré.
Acompañanos en estas historia porno.
La mujer que cambió mi vida para siempre
Mi corazón late fuerte al recordar la noche que mi madrasta se convirtió en mi amante.
Estábamos solos en casa, mi padre había salido de viaje y mi hermano menor se había ido a dormir temprano.
Mi madrasta y yo estábamos en el salón, mientras yo jugaba gta.
Ella se había sentado a mi lado en el sofá, y yo podía sentir el calor de su cuerpo cerca del mío con su presencia tan calida como siempre.
De madrastra a amante: la historia prohibida
De repente, ella se acercó a mí y me besó en la mejilla. Fue un beso suave, pero lleno de intención.
Me sorprendió, pero no me retiré.
Y me dijo: «Vamos deja el juego y conviertete en hombre»
Al contrario, me acerqué a ella y la besé en los labios. Fue un beso apasionado, lleno de deseo.
Poco a poco empezamos a besarnos con tanta pasion.
Ella se rindió a mi pasión, y nos besamos durante minutos. Nuestros cuerpos se fundieron en uno solo, y nos dejamos llevar por el deseo.
Cómo mi madrasta me enseñó el placer
La ropa se desvaneció, y nos quedamos desnudos, nuestros cuerpos sudorosos y nuestros corazones latiendo al unísono.
Rozando nuestras partes disfrutando mientras nos acariciabamos con intensidad.
La pasión que nos consumió a ambos
La pasión que sentí esa noche fue intensa, y mi madrasta se convirtió en mi amante.
Cuando mi pene empezo a rozar su vagina no pude contenerme de felicidad.
Empece a metersela, muy despacio y caliente
Fue una noche que nunca olvidaré, una noche que cambió mi vida para siempre.
Su vagina se sentia tan deliciosa que me pedian ir mas adentro.
Fue una noche de fuego, una noche que nos unió para siempre.
Cada penetracion era unica, cuando se salia con sus suaves manos volvia a colocarla.
El momento en que mi madrasta se rindió
Ella se dejó llevar por mi pasión, y nos abandonamos a nuestros deseos.
Su cara y gemidos me excitaban tanto al tenerla enfrente mio con sus piernas abiertas para mi.
La noche que nos llevó al éxtasis
Nuestros cuerpos se movían al ritmo de la pasión, y nos dejamos llevar por el placer.
Nos moviabamos tan sincronizados hasta que acabamos ambos al mismo tiempo en un momento puro de extasis.
Fue una noche que nunca olvidaré, una noche que cambió mi vida para siempre.
Al sacarla y ver como chorreaba de semen. me sonrio y me dijo: «Que delicioso»
Cómo mi madrasta me hizo sentir un hombre
Como se quedo, me acerque a besarla y me pidio repetir con su coño con creampie.
Mientras la penetraba Ella me hizo sentir como un hombre, un hombre que había conquistado a la mujer que siempre había deseado.
Fue una sensación increíble, una sensación que me hizo sentir vivo.
El secreto que nos mantuvo unidos
Y así, nos mantuvimos unidos como esa noche por el secreto de nuestra pasión.
Un secreto que nos unió para siempre, un secreto que nos hizo sentir que estábamos destinados a estar juntos.
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Pao de XHub
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